Es la acción repetida e intencional de embestir de forma personal o colectiva a una persona, realizando uso de dispositivos digitales (teléfonos celulares, computadores, tablets, entre otros). Varias de las maneras primordiales de esta clase de ataques son el hostigamiento, los insultos, la exclusión y la difamación; así como el hecho de compartir o divulgar contenido negativo, dañino, falso, o despiadado sobre otra persona. En cada una de ellas, se busca influir la imagen personal y la autoestima de alguien más, ocasionando humillación o vergüenza.
• Primordial público impactado: Chicos, chicas y jóvenes.
• Cómo nos exponemos: La exposición puede pasar inclusive sin el
conocimiento de el individuo, puede darse en cualquier instante y
desde cualquier sitio, basta con el fin del atacante de usar
cualquier información -falsa o verdadera- para atacar a la víctima.
El ciberacoso puede suceder por medio de mensajes de escrito,
aplicaciones, redes sociales, correspondencia electrónico, foros o juegos.
• Buenas prácticas:
• Habla con tus hijos sobre los peligros a los que se exponen en
internet y hazles saber que es fundamental que te cuenten si se
presenta una situación que les produzca temor o confusión.
• Si alguna vez eres victima de este delito no
respondas o tomes represalias. Informa a las autoridades y
reporta el perfil del atacante.
• La tolerancia y el respeto por los otros son primordiales,
niégate a participar de estas forma de maltrato.
• Reporta los malos comportamientos de otros. Incriminación
frente a las autoridades a quienes competa el asunto.
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